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Mostrando las entradas de octubre, 2012

Go to Madrid

Finalmente después de un año vuelvo a Madrid. Es extraño reencontrarte con una ciudad con la que viviste, supongo que puede ser como reencontrarse con un ex novio en una tienda de zapatos ¿o no? Vuelvo otra vez a Madrid, la verdad he viajado un montón este año casi sin querer. Me gusta mucho viajar cuando no viajo y cuando viajo no me gusta viajar. De cualquier forma una ciudad como Madrid vale la pena una visita. Y me pone feliz volver a estar otra vez allí.

MáSCARAS MORTUORIAS

Máscara mortuoria de James Deam (1931-1955)     Son las 12.59 y me duele la cabeza. He estudiado durante 21 minutos historia del español y la verdad gusta mucho, pero debo hacer una intensa actividad mental para memorizarlo todo. Busco una de las guías “El londes por menos de 10 libras” me pongo a leerla en alemán, entiendo la mitad y deduzco la otra mitad. A los 10 minutos me duele la cabeza, quiero descansar. Miro a mi izquierda, hoy me he sentado al lado de la sección de biografías, por casualidad veo un libro que se llama “Das Letze Porträt” se trata de una recopilación de fotografías de máscaras mortuorias hechas a personajes célebres. Lo ojeo. Miro la cara de Shakespeare y me asombro, jamás pude haber imaginado que Shakespeare pudiera haber muerto así. Creo recordar que nunca había visto antes una foto de William, su cara muestra signos de juventud, supongo que una persona que muere a los 52 años aún posee rasgos juveniles, tal vez sus pómulos y sus carrillos, su mandí

Unas llaves y todo lo que pienso mientras leo I

  Ahora mismo leo a Antonio Machado, pero solo pienso en mis necesidades fisiológicas que al parecer se están volviendo más urgentes con cada minuto que pasa. Sé que el baño está en el segundo piso, pero me acabo de instalar en esta silla tan cómoda y la verdad que me da fastidio subir a menos que sea muy urgente. En esta biblioteca hay unos mullidos sillones, forman una larga hilera, y justo en el medio de cada dos de ellos, hay una pequeña tabla suspendida sobre el descanso de dos pies de amigo. Hoy he encontrado casi todos los sillones ocupados. Generalmente busco los sillones cercanos a la sección de libros de decoración porque casi nunca nadie repara en ellos y en sus alrededores hay casi siempre sillones vacíos. Frente al sillón donde me siento encuentro unas llaves, alguien seguramente las ha dejado olvidadas cuando se ha sentado (¿A leer un libro de decoración, tal vez?), las miro detenidamente y me doy cuenta que al dejarlas, su dueño se ha buscado un día de úlcera