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El alemán y yo

Confundo la culpa con la pena. A veces quisiera que el tiempo se detuviera y yo apareciera, de pronto, en el bucle del pasado; en Madrid. Mi mente dice ¡Epa, back!, no, no es Madrid, a Madrid le dijiste chao y lo dijiste con todo el conocimiento de causa. Ya Madrid no era para mí.

Entre los muebles que ocupan mi cabeza estoy intentando encontrar la aguja escondida del idioma alemán. No la encuentro, me parece imposible, todo el mundo me dice que al final acaba apareciendo, en la rendija del hilo de una alfombra peluda, en un espacio casi invisible de la mirilla de la puerta.

Me gusta escuchar mi idioma y ahora solo escucho fonemas del alemán, fonemas que no tienen ningún significado para mí pero sí para los demás, en parte es divertido porque termino fabricando múltiples telenovelas, a todo tengo que ponerle yo significado un significado que ya venía conmigo, acorde con mi cultura y mi vida en español.  Me monto mil telenovelas al día y todas se pagan y se dan el vuelto, todas terminan felices, todo es genial.

Cuando tengo que enfrentarme al idioma sin saberlo, sufro, no puedo hablar, no puedo, no sé el pasado y no acabo de pillar el rollo de la sintaxis.

Pero sigo con mis historias que me invento en un mundo en alemán, que por el momento, carece de significado para mí. 





Comentarios

Amylois dijo…
No sé que pasa amiga, parece que no se me informa de tus actualizaciones y no estoy al tanto de tu experiencia, mañana temprano sin falta me pongo y repaso tus posts. Veo que estás en Alemania luchando por aprender el idioma, lo tuyo si es aventura, yo creí que ya sabías al irte!! Espero que estés con alguien allá con quien puedas desahogarte a parte de tu bebito. Quizás tu marido sepa ambos idiomas y te eche una mano. Animo, finalmente lo conseguirás. Hoy yo gané un techito!!!! cuando tenga las llaves, tu ya tendras el idioma en las manos!!! jijiji un fuerte abrazo reina!!!!!!
mientrasleo dijo…
Ánimo con los idiomas, el alemán te recomendaría dar un repaso a las declinaciones, caso que estudiaras latín en su momento. Una vez que le coges el punto a las declinaciones, parece todo mucho más sencillo.
Y sí, son amables y hasta cierto punto fríos, no hay tanta cercanía entre las personas pero descubrirás que una vez haces amigos, son casi como familia.
Ánimo y muchos besos

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